Church of Euthanasia

The One Commandment:
"Thou shalt not procreate"

The Four Pillars:
suicide · abortion
cannibalism · sodomy

Human Population:
SAVE THE PLANET
KILL YOURSELF




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Futuro, os pedimos disculpas

Autor: Eduardo P. Waasdorp

Chris Korda es una artista multimedia internacionalmente reconocida, cuyo trabajo abarca más de 30 años e incluye disciplinas como la música electrónica, entornos digitales, performances, arte conceptual y visual, e improvisaciones culturales.

Korda ha publicado música en sellos de tremendo prestigio, como Mental Groove, el legendario International DJ Gigolo – de DJ Hell – y más recientemente en otro sello de culto: Perlon. Es justamente en esa plataforma en la que publica su ultimo disco: ‘Apologize To The Future’, una oda en clave manifiesto electrónico, que versa sobre los problemas que Korda observa en este siglo XXI: cambio climático, desigualdad económica, injusticia intergeneracional, anti-natalismo, la singularidad o la extinción del ser humano.

Con una complejidad sonora que un servidor pocas veces ha escuchado en un trabajo musical electrónico, ‘Apologize To The Future’ es realmente un trabajo único, creado por una artista única, cuya perspectiva será muy apreciada por las generaciones futuras (si llegamos a ello). Conversamos con Chris Korda para que nos explique mejor en qué consiste su último disco, además de debatir sobre las problemáticas actuales que enfrenta la humanidad…

¡Hola, Chris! ¡Es un placer tenerte en la revista! ¿Dónde te encuentras ahora?

¡Muy buenas! Crecí en EEUU y he pasado la mayor parte de mi vida allí, pero ahora mismo estoy en Berlín. Alemania está gobernada por una antigua física, así que al menos se puede esperar que su gobierno se comporte de forma racional… a diferencia de EEUU, que está gobernado por frikis de Jesús que odian la ciencia.

Estás a punto de publicar tu segundo LP en el icónico sello Perlon. Bajo el título ‘Apologize To The Future’, se trata de un trabajo cargado con profundos mensajes y un fuerte compromiso, que se publica un año después de tu retorno con ‘Akoko Ajeji’, también publicado en Perlon. ¿Cómo surgió tu relación con el sello?

Es una larga historia, que ocurrió durante varios meses. Básicamente, compartí ‘Akoko Ajeji’ con Seth Troxler, que se lo puso a Ricardo Villalobos, que lo compartió con Zip (uno de los fundadores de Perlon).

¿Qué te mantuvo fuera de nuestros radares todo este tiempo? Ha sido un paréntesis largo…

Estaba ocupada con otros proyectos. Desde 1999, ayudé a desarrollar la primera impresora 3D totalmente a color y seguí trabajando en la industria 3D durante estas dos décadas. También desarrollé mi propio software VJ y trabajé como VJ durante un tiempo. También aprendí yo sola a tocar piano jazz y desarrollé una herramienta llamada ChordEase, para hacer que las improvisaciones de jazz fueran más intuitivas. Más recientemente, desarrollé un software para diseñar cerámica virtualmente (se llama PotteryDraw) y lo he estado usando para crear arte. Durante este tiempo, también he evolucionado la Church Of Euthanasia (Iglesia de la Eutanasia), un concepto post-anti humano… que se expresa en este álbum, ‘Apologize To The Future’.

Otro factor es que en los 90 desarollé el secuenciador de polimetrías MIDI que he usado para crear mis anteriores álbumes. Pero en 2003, mi secuenciador quedó obsoleto y estaba limitando muchísimo mi creatividad musical. Me llevó muchos años adquirir las habilidades de programación necesarias para modernizar mi secuenciador. Empecé recreando mi secuenciador en 2018 y ‘Akoko Ajeji’ evolucionó a la vez.

Con un periodo tan corto de tiempo entre los dos LPs, ¿es ‘Apologize To The Future’ la continuación de ‘Akoko Ajeji’, en sonido o concepto?

No, son conceptos totalmente separados. La principal diferencia es que ‘Akoko Ajeji’ es totalmente instrumental, mientras que en ‘Apologize To The Future’ mandan las letras y empezó como un texto. Además, ambos discos fueron creados usando sonidos muy diferentes.

En este caso, las letras estuvieron antes que la música, en algunos casos meses o años. Pasé una semana sola en un apartamento de Lisboa, componiendo las letras de ‘Singularity’, por ejemplo. El disco entero me ha coEstado mucho, especialmente a nivel emocional. Lo encuentro hasta molesto algunas veces. Está hecho para que te duela. Tenemos que sentir el horror de lo que hemos hecho. Tenemos que guardar luto por lo que hemos destruido, incluyendo nuestro propio futuro. Sin arrepentimiento, no hay retribución.

Este álbum contiene una sana mezcla de jazz, electro, hip-hop y techno con un hilo conductor: las voces robóticas. ¿Tiene algo que ver con el mensaje subyacente? ¿De donde sale tu inspiración en este trabajo?

¡Se te olvidan los breabeats! ‘Exit Game’ es un breakbeat hecho con polimetrías. Los samples contienen breaks, en lugar de golpes de percusión. Justo como en un breakbeat normal, pero están secuenciados en polimetría.

Es plausible que nuestras máquinas vivan más que nosotros, así que tiene sentido que ellas cuenten la historia de nuestra arrogancia y caída. El coro robótico también toma su inspiración de los coros de las tragedias griegas clásicas.

La fuente principal del álbum es la presentación sobre el cambio climático de Dan Miller, ‘A Really Inconvenient Truth’. En ella, él hace una lista de lo que cada individuo puede hacer y su primer punto es: “Pídele perdón a tus hijos”. Eso me llevó a hacer un experimento de pensamiento, en el que me pregunté a mí misma: “¿Cómo nos verán las futuras generaciones? Mi álbum contesta esa pregunta. Eso, asumiendo que las futuras generaciones tengan la ¿suerte? de seguir existiendo… igual nos odiarán por enviarles al infierno.

Otra fuente fue el blog Metadelusion, que empecé con mi poema ‘Less’. El tema del poema es que es demasiado tarde para evitar la catástrofe, pero no demasiado para frenar. Como dice el poema: “Lo menos ya no puede ser evitado / Lo menos puede ser gradual, o repentino / Lo menos va a doler, de cualquier manera / Lo repentino va a romper más huesos”.

El modelo de Kubler-Ross, de los cinco niveles del duelo, también es una influencia. Nos quedamos atascados en la “negación”, y necesitamos pasarla para llegar a la última y más importante fase: la aceptación. Ahora que el desastre está encima de nosotros, odiar a la humanidad es una crueldad sin sentido. En cambio, deberíamos sentir pena por nosotros mismos, porque somos nuestro propio peor enemigo. Esta observación es la esencia del concepto post-anti humano de Church Of Euthanasia.

También puedo citar el articulo de David Quammen, ‘Planet of Weeds’, sobre la paleontología de las anteriores extinciones masivas. “Una Delgada Capa de Roca Aceitosa” hace referencia a la extinción del Pérmico-Triásico, la llamada “Gran muerte”, que eliminó al 96% de las especies marinas y el 70% de los vertebrados terrestres. Una extinción masiva similar ya está de camino. El clásico de 1980, de William R. Catton, ‘Overshoot’, también me influyó. Catton veía la humanidad a través del lente de la biología de la población y fue, quizá, el primero en popularizar el término “exceso (overshoot)”, refiriéndose a la sobrepoblación humana y al sobreconsumo.

La crítica a la desigualdad económica, por ejemplo, en el titulo y en el track ‘Exit Game’, muestra las influencias de Thomas Piketty y Naomi Klein. La ‘Guilded Age’ americana (época entre la Guerra de Cesesión y la reconstrucción) terminó mal: dos guerras mundiales, decenas de millones muertos y Europa en ruinas. Pero había un resquicio de esperanza, que fue que la destrucción persuadió a los gobiernos para que redistribuyesen la riqueza a una escala masiva. Evidentemente, los ricos no iban a permitir eso y lo echaron atrás, desde Reagan a Thatcher. La privatización y la desregulación han allanado el camino para este clima de caos.

Profundizando en el concepto del álbum, como acabas de explicar, se trata casi de un manifiesto sobre tu perspectiva sobre los problemas del Siglo XXI: cambio climático, desigualdad económica, justicia intergeneracional, anti-natalismo, la singularidad y la extinción del humano como raza. Son temas muy controvertidos y polarizantes… ¿porqué crees que la industria musical en general, y la electrónica en particular, es tan reservada a la hora de hablar de temas controversiales?

La gente quiere ser vista como héroes. No es de sorprender que la gente no quiera enfrentarse al cambio climático, por ejemplo, porque significaría admitir que somos los malos, no los héroes. ¡Nos fuimos de fiesta hasta el final! La industria de la música electrónica está, generalmente, del lado del negocio de la fiesta, así que hay un potencial conflicto de intereses, a la hora de ser más o menos vocal en ciertos temas.

Por otro lado, musicalmente hablando, si no fuera por los vocales estaríamos ante una igualmente impresionante colección de seis tracks con un sonido distinto innovador, en el que puedes percibir esa complejidad que a menudo echamos de menos en la electrónica actual. ¿Cómo es tu estudio?

Mi estudio consiste en un portátil con Windows, que maneja mi software hecho a medida (Polymeter), junto a una Reason de Propellerhead conectada a mi software- Polymeter mediante un cable virtual MIDI loopback. Uso Reason solo para traducir la salida MIDI de Polymeter en audio. También tengo un monitor de pantalla plana, un conversor digital-a-analógico, un para de altavoces y auriculares para trabajar por la noche. Está muy de moda obsesionarse con el hardware, pero me recuerda a quien colecciona coches antiguos. Me gusta poder tener infinitas posibilidades.

Eres pionera de lo que se conoce como polimetrías complejas en música, que defines como “la frontera última de la música”. Corrígeme si me equivoco y siento simplificar los conceptos, pero una polimetría compleja es una métrica que se basa en números primos… una forma de hacer música casi totalmente ausente en la música estándar, folk, mainstream o incluso underground. Esto te ha llevado a una extensa investigación estos años y hasta el desarrollo de tu propio software. Para alguien que no ha oído nada de esto antes, ¿cómo lo explicarías? ¿Cómo percibe el oyente una polimetría compleja en la música?

Una polimetría es el uso de múltiples métricas a la vez. Una polimetría compleja es el uso simultaneo de al menos tres métricas que no son enteros múltiplos unos de otros. Por ejemplo, usar métricas 5/4, 7/4 y 11/4 al mismo tiempo constituiría una polimetría compleja. Intento evitar el 4/4 porque ha sido usado hasta límites absurdos. Esencialmente, una polimetría es un escalonamiento cuantificado (quantized phasing). Si quieres trabajar con polimetrías, mi software podría hacerte la vida más sencilla. Y es gratis: https://victimofleisure. github.io/Polymeter/

De hecho, yo no compongo mi música en un sentido tradicional. En su lugar, diseño una escultura cinética virtual que genera la música. La escultura consiste en una red jerárquica de modulaciones polimétricas. He inventado e implementado muchos tipos de modulaciones polimétricas. El tipo más básico es la mute modulation, donde un track encierra (gates) o enmascara otro. Es una técnica simple, pero tremendamente útil.

En los tiempos actuales, donde vemos como la música y su creación se simplifica cada vez más… ¿Qué podemos hacer para que esta forma más compleja de hacer música sea más apreciada y usada?

La complejidad de la música ha decaído constantemente desde mi infancia y me rompe el corazón. La música está hecha, con cada vez más frecuencia, por gente que no es músico y eso queda bastante patente. Las empresas de tecnología musical promocionan sus productos convenciendo a la gente que la música es diseño sonoro, pero eso es mentira. Tener en tu estudio las lucecitas que más parpadean no te hace el mejor músico. Para componer música armónica y compleja, necesitas saber teoría musical y la teoría musical son las matemáticas. Las mates son gratis, solo requieren concentración.

¿Qué qué podemos hacer? Ayudaría apagar los teléfonos móviles. Las redes sociales están diseñadas para ser lo más adictivas posibles y eso revienta la concentración. Así que elimínalas de tu estudio. También ayuda escuchar música que no sea 4/4 de vez en cuando. Intenta salirte de lo habitual. Preocuparte sobre si tu música es popular o rentable es un callejón sin salida. Si quieres ser popular, hazte influencer. Si quieres ganar pasta, hazte abogado. El clubbing se ha convertido en una industria estandarizada a nivel mundial, soportada principalmente por las ventas de alcohol. Así que yo me pensaría dos veces dejarme dominar por esa estética.

En una entrevista con los compañeros de XLR8R, dijiste: “(Los fabricantes) asumen cosas que luego acaban en los juguetes de estudio. Por ejemplo, las drum machines tienen típicamente 16 botones, no solo porque facilitan su desarrollo, sino también porque la mayoría de la gente está feliz haciendo música basada en 4/4, como los demás. ¿Crees que hay fabricantes que estén dispuestos a llevar a cabo tus ideas? ¿Cómo te imaginas tu juguete perfecto?

Mi herramienta ideal ya existe, después de décadas de lucha. No necesito a ningún fabricante, porque mi software es de código abierto y está disponible para que cualquiera se lo descargue, gratis. Estoy en contra de la mercantilización de las ideas. Si fuera por mí, toda tecnología sería de código abierto.

¿Vas a adaptar el álbum para ser tocado en directo? Al menos cuando la crisis de la COVID-19 pase…

Me gustan las composiciones tal y como están, así que probablemente las toquemos tal cual.

E hilando con ese tema… ¿Cómo has experimentado esta crisis? ¿Cómo te ha afectado a nivel artístico?

El principal efecto de la pandemia en mí ha sido que todos mis shows se han cancelado. Viendo el lado positivo, me ha dado más tiempo para concentrarme en la composición. Soy una programadora y muy adicta al trabajo, así que estoy acostumbrada a estar en espacios interiores.

Decir que tu carrera es prolífica sería quedarse corto. Con más de 30 años de experiencia, habiendo publicado en International DJ Gigoló o Mental Groove y ahora Perlon, y desarrollando tantos estilos diferentes… ¿Cómo ves el futuro de la industria?

El futuro de la industria musical está muy abajo en mi lista de problemas. Dos físicos teóricos publicaron recientemente un artículo científico, revisado por pares, demostrando que hay un 90% de probabilidad de un colapso social en pocas décadas. Eso me preocupa más.

Tampoco es que me vea como una artista prolífica. Soy una persona a la que le gusta trabajar metódicamente y con lentitud. Algunas veces escucho mis propios algoritmos durante horas, intentando decidir si estoy satisfecha con ellos. A veces intento remendar ciertos parámetros para optimizarlos. A veces pruebo todas las permutaciones de algo. De hecho, el track por el que más se me conoce, ‘Save The Planet, Kill Yourself’ me llevó un año.

Con el confinamiento obligado por culpa de la COVID- 19, hemos visto la proliferación de los streamings en video como herramienta para promocionar la música. En el pasado, los DJs del circuito no lo tomaban demasiado en serio y ahora hemos visto a muchos subirse al carro. ¿Crees que esta herramienta tenga futuro, más allá de la promoción o visibilidad?

La gente va a los clubs de fiesta, que es, en pocas palabras, lo opuesto a la distancia social. Es por ello que los gobiernos están tan reacios a abrir los clubes. La gente espera que irse de fiesta incluya cierta presencia física y los streamings en video no satisfacen esa necesidad, así que dudo que lleguen a tener la repercusión que tiene el clubbing.

¿Has hecho alguno durante la cuarentena?

Sí, hice un streaming en Hoppetosse. La cabina estaba envuelta como en un capullo de tela blanca, en la que se proyectaba un video. Solo se podía ver mi fantasmal silueta. Era un fantasma dentro de la máquina.

¿Qué nos puedes contar de Church Of Euthanasia?

La misión sigue siendo la misma, sigue siendo la reducción voluntaria de población. Church Of Euthanasia tiene solo un mandamiento: No hay que procrear. Todo lo demás es opcional. Tomad el voto vital de no procrear. Es un comodín. No tienes que hacer nada más por el medio ambiente durante el resto de tu vida.

Church Of Euthanasia fue fundada en 1992 y hoy es más relevante que nunca. Problemas que parecían tirados de los pelos en el pasado – cambio climático, pérdida de biodiversidad, extinción masiva – ahora son noticias de primera página. Desde su concepción, Church Of Euthanasia predijo el empeoramiento de la sobrepoblación, el consumismo y el caos ambiental. Trágicamente, las predicciones se han hecho realidad.

‘Apologize To The Future’ es antinatalista hasta la médula. Predica que procrear no es solo egoísta, sino cruel. No hay justificación ética para crear nuevos humanos, solo para abandonarlos en un planeta reventado. Las generaciones venideras sufrirán por crímenes que no cometieron, mientras que los criminales estarán muertos y enterrados. ¡Qué conveniente!

Dices que una extinción en masa está a la vuelta de la esquina. ¿Cuántos años nos quedan?

A largo plazo, al planeta le va a ir bien, sin importar lo que hagamos. Es la humanidad la que está amenazada, especialmente nuestra sociedad globalizada, que es extremadamente frágil. Seguimos acelerando la catástrofe, así que el colapso en 2050 parece algo plausible. Y en la línea de lo que decía el artículo científico que te comentaba antes. Despertadme cuando la Curva de Keeling (muestra los cambios en la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera desde 1958) cambie de dirección o incluso se aplane.

Finalmente, Chris, ¿qué otros proyectos tienes en marcha este año?

Recientemente terminé mi segundo álbum algorítmico de solo piano, titulado ‘Passion For Numbers’. Es más sofisticadamente armónico que su predecesor (‘Polymeter’, que salió en Mental Groove) y refleja mi creciente fascinación por la armonía atonal. Después de eso, tengo otro álbum casi terminado que es más bailable, en una mezcla de varios estilos. Espero poder seguir explorando el vasto océano musical que rodea la isla de las escalas y tiempos comunes. El futuro parece oscuro, pero, mientras tanto, ¡habrá que trabajar mientras haya luz!

¡Muchísimas gracias por tu tiempo, Chris!

¡Un placer!

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